Tuesday, June 29, 2010

Vendrán tiempos mejores


VENDRÁN TIEMPOS MEJORES. Sé que ahora no parezco muy útil, sentado en casa bebiendo cerveza, sin ganar la mitad del dinero que te cuesto. Ni la mitad, ni la cuarta parte, ni nada, esperando a que vuelvas de trabajar, inmóvil. Pero estoy seguro de que las cosas se van a arreglar.
Yo tampoco me siento muy bien. Me siento mejor que si tuviera que levantarme a las siete de la mañana para ir a sonreír a un jefe no demasiado agradable, pero no me siento bien.
No sirvo para vivir a tu costa pero lo cierto es que se me da aún peor vivir a la mía, así que no sé qué demonios voy a hacer.
Por el momento voy apuntando las cervezas que te debo, meticulosamente, porque estoy casi seguro de que vendrán tiempos mejores.


Ray Loriga, Días extraños

Cumpleaños feliz. Poesía, 1989 – 2009, de Roxana Popelka

la pieza


Cuando nací me pusieron
una pieza de Lego en mi mano
con una nota que decía:
sólo hay otra pieza
–de entre un millón–
que pueda encajar con la tuya,

podrás encontrarla
a lo largo de tu vida,
o no.

Esa pieza
está hoy a mi lado,
eres tú.

Un eclipse


Manila. Un eclipse parcial de luna se registró el sábado en esta ciudad filipina, el cual se pudo observar en varias zonas del país

Sunday, June 20, 2010

El problema con Monsi

El problema con Monsi es que fue tantas cosas (cronista, editor, ensayista, traductor, satírico, figura pública, compañero de todas las luchas del pueblo mexicano, historiador, divulgador, declarante perenne al pie el cañón, antologador, memoria de elefante para la trivia, la erudición y la fulminación del enemigo con el vigor de la lengua). Pero también fue muchas otras que se supone no fue (narrador extraordinario, poeta secreto, maestro sin aulas ni muros) y otras que se supone que no debía ser (proclive a las minorías, eterno naco en el Olimpo de las letras, el único intelectual mexicano capaz de ir la televisión comercial, echarse un tiro con cualquier idiota ventajoso y salir no sólo vivo del intento, sino vencedor).
Hermann Bellinghausen

Portada La Jornada 20/Junio/10

Carlos Monsiváis, cronista de la vida cotidiana, del arte y la cultura popular de los mexicanos. La noticia abrió una herida profunda entre sus lectores, amigos y entusiastas seguidores. El cuerpo del prolífico escritor fue recibido por una multitud en el Museo de la Ciudad de México, donde es velado y muchas personas expresaron: “Monsi, al Zócalo; homenaje popular, no oficial”. Los restos del autor de Amor perdido serán incinerados hoy al mediodía

Monsiváis

N

o puedo concebir un México sin la presencia ubicua de Carlos Monsiváis. Durante muchos años nos acostumbramos a leerlo, a escucharlo en conferencias por todas partes y en programas de radio, y a verlo en la televisión, a tal punto que parece imposible resignarse al nunca más.

Perdemos una conciencia crítica irremplazable. Nos queda, en cambio, una obra vastísima que empezó en Días de guardar (1970) y culminó enApocalipstick (2009), uno de sus grandes libros.

Fue valiente, lúcido, implacable. Estuvo siempre con las minorías y los oprimidos. Esto lo saben todos. Menos apreciada es su labor de crítico literario y, en particular, de poesía. Era un excelente lector poético y, tal vez, el último que se sabía poemas de memoria.

Para mí es una pérdida irreparable. Termina una amistad de medio siglo, pero no acaba la deuda muy grande con su inteligencia y agudeza. Estuvimos juntos en muchas partes, desdeEstaciones en nuestra adolescencia hasta las revistas de este siglo XX

Lo descubrí en Medio Siglo, donde publicó dos ensayos deslumbrantes, uno sobre novela policial y otro acerca de ciencia ficción. Son obras de un adolescente de 18 años y sin embargo pueden leerse como si hubieran sido escritos anoche.

Ante su muerte sólo podemos leerlo y releerlo, y darle al fin el sitio que merece entre los grandes escritores mexicanos de todos los tiempos.


José Emilio Pacheco


I.


Mis cositas


recuerdo a mi madre diciendo
“no dejes que te toquen tus cositas
las mujeres se gastan si se dejan”

mamá quiero decirte
ahora que ya es tarde
que los tiempos han cambiado
que muchos hombres han tocado mis cositas
que me he dejado hacer
que me he frotado contra ellos
que me gusta que me gasten
que quiero ser tan fina que me rompa

que me toquen
que me toquen

sólo quiero sentirme viva



Déborah Vukušić, El Tejedor en… Madrid

Para gritar


Mi madre siempre deseó
una parcela en el campo:
“Descansar
es invertir en calidad de
vida”.

Para su último hogar
improvisó un alquiler
de cinco años y flores de
plástico.

La muerte también tiene
fecha de caducidad.

Ha vencido el alquiler
y mi padre le ha comprado
su propia parcela en el campo,
en el pueblo.

La muerte también entiende
de clases.

Vuelven a encontrarse,
por arte del negocio inmobiliario.
Su última cita,
en el paraíso del cementerio municipal:
mi padre asiste al siniestro desnudo
de huesos desordenados.
Y el anillo de matrimonio.

Su esposa, mi madre,
en una paz brutal como nunca tuvo.
Todo en una bolsa de plástico.
Sin más mística:
el espanto en una bolsa de basura.

Mi padre volvió a sentar
a su amante
en el asiento del copiloto.
Con cariño. Con la tragedia
instalada en el volante.
Con arcadas. Con amor.

Depositó la bolsa,
como el que regresa del supermercado,
en la propiedad,
en una bolsa de basura
de plástico.
Tantas bocas viven
de la muerte.
Hasta mi poema vive de la muerte.
Mi ego liba de tu muerte.

Perdóname,
mamá,
has tenido una nieta.



Eva Vaz, Frágil (Antología 2001 – 2009)

Saturday, June 19, 2010

Carlos Monsiváis


Carlos Monsiváis - Descanse en paz




El cumple 72 de Monsi

Elena Poniatowska escribió en La Jornada este texto el 4 de mayo anterior a Carlos Monsiváis.

La Jornada en línea
Publicado: 19/06/2010 15:02

Hoy Carlos Monsiváis cumple 72 años. El año pasado fuimos a felicitarlo a su casa y a cantarle Las Mañanitas con un trío femenino y feminista de mariachis de sombrero más ancho que su falda y luego desayunamos con él en la avenida Tlalpan, a un lado de la calle de San Simón.

Caminamos a su lado y la gente lo paraba en la calle. “Si sigue así voy a caer en la autoindulgencia.” Tras de él avanzaba una cauda invisible: su madre, doña Esther, Beatriz y Araceli, su tía, quien fue ama de llaves de Artemio de Valle Arizpe, quien le daba permiso de llevarse unos libros a su casa; sus amigos de toda la vida, Luis Prieto, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Fernando Benítez, Iván Restrepo, de la mano de Nelly; Francisco Toledo, Vicente Rojo, Rafael Barajas, El Fisgón; Jesús Ramírez, Chema Pérez Gay y Lilia, Rolando Cordera, Jenaro Villamil, Rogelio Naranjo, Eduardo del Río, Rius; Julio Scherer García, Ricardo Pérez Escamilla, Carlos Payán, Hugo Gutiérrez Vega, Neus Espresate, José Luis Ibáñez, 12 gatos con listones de colores en torno al cuello y las mil 500 personas que congrega cada vez que presenta un nuevo libro.

La avenida Tlalpan se llenó con los más diversos personajes, porque desde Días de guardar hasta Apocalipstick, Monsiváis convoca multitudes. Carlos reía, como ríe de ti y de mí, de nosotros, de ustedes, ríe de lo que pasó aunque no ríe del futuro y de lo que nos espera. En ese desayuno nos hizo reír mientras comía sus tacos de pollo con salsa verde acompañados por frijoles refritos y una Coca-Cola.

“Carlos: ni un taco más”, le dijo Marta Lamas, quien es su ángel de la guarda de alas que van de San Simón a Tlacopac y sobrevuelan todos los periféricos y los viajes por la República y los que van de Alaska a la Patagonia. Tan grande es su curiosidad, su azoro y su gratitud que Carlos a todo le dice que sí.

Hoy festejamos a Carlos Monsiváis, brindamos por él y por su pesimismo orgánico y sus revelaciones que tienen mucho de ironía y mucho de parábolas bíblicas.

Carlos Monsiváis se encuentra ahora en el Instituto Nacional de Nutrición porque sufre fibrosis pulmonar. Su corazón está en perfecto estado, dicen los médicos, y así tiene que ser porque el corazón de Monsiváis abarca todas las luchas sociales del siglo XX y del XXI.

Hace unas semanas defendió a Luz María Dávila, madre de dos de los 16 jóvenes asesinados en Ciudad Juárez. Desde su primera huelga de hambre para apoyar a los maestros en 1958, Monsiváis acompaña las grandes causas de nuestro país. A los 16 años, en 1954 le tocó ver a Frida Kahlo en una silla de ruedas empujada por Diego Rivera en una manifestación en contra del derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala y de allí para el real ha asistido a todas las marchas, las protestas, los actos de resistencia que sus crónicas consignan: la de los estudiantes en 1968, los damnificados de San Juanico en 1984, los del terremoto de 1985, los zapatistas en 2001, el feminismo, la despenalización del aborto, la persistencia de la homofobia, la lucha contra el neoliberalismo, el sida, la corrupción política y la defensa de nuestra historia y del arte del pueblo, sus luchas, sus querencias y sus entretenimientos en El Estanquillo.

Gran polemista, gran interlocutor, gran luchador social de toda la vida, gran promotor de la sociedad que se organiza, cronista, guía y gurú de los jóvenes de hoy que lo aman y lo siguen, Monsiváis, además de recoger con humor y sentido crítico los episodios de nuestra historia, ha denunciado todas las atrocidades sociales y lo consideramos desde hace muchos años la conciencia moral de México. Desde aquí le deseamos el regreso a la salud y al deseo de narrar lo vulnerables que nos sentimos sin él

Dencanse en paz, José Saramago

“Tienen razón los escépticos cuando afirman que la historia de la humanidad es una interminable sucesión de ocasiones perdidas. Afortunadamente, gracias a la inagotable generosidad imaginación, vamos supliendo las faltas, rellenando las lagunas de la mejor manera posible, abriendo paso en callejones sin salida y que sin salida continuarán, inventando llaves para abrir puertas huérfanas de cerraduras o que nunca llegaron a tenerlas.”

"Estamos hundidos en la mierda del orbe” y sin paso al optimismo, proclamó en 2008. José Saramago. Un adiós al literato.


“La tarea más seria, más auténtica del ser humano, es comprender. No digo comprenderse a sí mismo, eso no se puede, pero intentar comprender la historia y la sociedad en la que vivimos. Y sospecho que no nos preocupamos mucho por ello”José Saramago

José Saramago



José Saramago - Descanse en paz

Saturday, June 12, 2010

Desncanse en paz, Bolivar Echeverría


En el caso de cultura, a partir de los estudios sociales realizados debemos depurar sus contenidos inmediatos para buscar sus causas y consecuencias que refieren a una ontología del hombre, ante la multiplicidad de ejemplos fácticos, lo que se puede proponer es un esquema o patrón funcional al incluir a los hechos distintos, y que si se encuentra un hecho que no corresponda a tal esquema, este deberá de ser modificado.

La definición de cultura de Bolivar Echeverría en Definición De La Cultura que se basa la noción de reproducción social, o sea acción del sujeto sobre la naturaleza y una reacción de ésta sobre él mediadas siempre por los instrumentos y los objetos, los medios y la producción y consumo , en la que la condición dual del ser del hombre ejerce su libertad de creación de medios artificiales al transformar la naturaleza, que le aportan sentido por medio de significados con los que mercadea en un constante movimiento de producción y consumo de significados, mismos que le constituyen una identidad.

Bolivar habla de significados como unidades de sentido, pues todo trabajo es un logro humano de sus ideas, en el que se define a sí mismo en su propio ser, hacer y hacerse, se auto realiza, se afirma como resultado del cumplimiento de una meta y como promesa de la satisfacción de una necesidad , se identifica con y en el producto, aquí encuentra su ser político, donde la libertad es la condición de posibilidad de la artificialidad.

De Definición De La Cultura, a pesar de que es un texto desde y para occidente, podemos rescatar elementos que son correctos y que nos aproximan a la humilde verdad de lo que se puede decir que es la cultura como son, además de la distinción entre cultura y civilización, principalmente el sistema de la semiótica, es decir, códigos, signos, significantes y significados. Es una verdad que la cultura acontece en el momento de que el hombre crea diferentes formas de vida a las que la naturaleza le proporciona para dar sentido a su existencia a través de la producción de mundos simbólicos que le permiten una identidad, el lenguaje es uno de los más importantes.

“La forma de un objeto sólo transforma a aquel sujeto que, transformándose él mismo al transformar a otros, requiere que los otros, al transformarse a sí mismos, lo transformen.”

Esto es lo que hace el hombre en cada cultura, en un sistema de la relación del hombre con el mismo, el mundo y los otros seres humanos. Porque nace con la necesidad y el deseo de crear por el cual resulta la cultura. Esta se origina con el propósito de solucionar la escasez que le es propia de su ser, que en cada uno de sus actos se dirige hacia un fin que a corto o a largo plazo le provea sentido en un mundo al que estamos arrojados , y enfrentamos en todo momento una escasez física y metafísica.

Intentar describir la cultura es retomar estos patrones mencionados para establecer un sistema que alberga el movimiento del hombre, en todos sus niveles, y que las formas de vida se muestren como un ejemplo del ser del hombre, la pluralidad de las versiones de lo humano viene de la tendencia a singularizarse propia de un proceso que es necesariamente concreto, es decir creador de compromisos…

Bolivar es muy atinado respecto de la semiótica pragmática del humano dentro de la noción de reproducción social, nosotros producimos y consumimos significados en los que nos encontramos a nosotros mismos, inclusive si no somos concientes de ello o si optamos por una identidad ya establecida por alguna comunidad, aún si estamos obligado a hacerlo.

A través de lo simbólico es que imaginamos, trascendemos y creamos. La cultura es un movimiento de significados que generan y constituyen una identidad que cobra vida en la reproducción social y que se pone en riesgo en cada intercambio de productos que resultaron del trabajo de la alteración de la naturaleza; el esquema semiótico que propone Bolivar es coherente a los estudios antropológicos y sociológicos en general.

De modo que la identidad es un concepto, no un fenómeno, como la definición de cultura, son solo ideas, y por lo tanto son susceptibles de modificaciones, en cuanto se encontrase alguna forma de vida que no correspondiera con el esquema

El concepto de cultura de Bolivar es el producto final de muchas investigaciones sociales que debió haber leído y analizado para después crear una distancia filosófica, del que su mayor aportación es que logró ver que el mundo humano es artificial, el habla, el lenguaje, el aprendizaje, los trabajos, los códigos, las formas e incluso la infancia y el sexo.

Lo que sí podemos decir de la cultura es que es un esquema que describe la relación del humano con lo otro y los otros, a través de la producción de mundos simbólicos que le aportan significados que a su vez dotan de sentido su existencia. La cultura es reproducción social porque es con y de los demás que adoptamos y rechazamos significados, en cada acción hay una producción de un significado, que es artificial, que consumimos previamente y que transformamos en nuestra identidad. Porque el ser humano busca la autorrealización.

Cita 06

Siempre hay alguien dispuesto a molestarte, a no dejarte en paz. Da igual lo simples que puedan ser las cosas, que siempre vendrá un hijo de puta a complicarte, a joderte la vida. Dios, cómo apesta este puto mundo, infestado de cretinos, de auténticos mierdas, con un solo propósito: putearte.
Hubert Selby Jr., La habitación

Enjuto Mojamuto - El peor día de mi vida

Llego tarde a tu vida


Es tarde para hacer de mí un hombre formal,
un amante con rosas, un marido perfecto,
un padre con chupetes y un tonto con gomina.
Llevo cinco baipases de amor en las trincheras
y un detector de farsas a corazón abierto.
Me has conocido tarde dice tu último e-mail,
no puedes esculpir a tu príncipe azul.
Tienes razón, cariño, soy un perro y un crápula,
un héroe cansado que no vuelve a las diez
ni se lava los dientes mientras te desmaquillas.
Soy una res marcada y un santo bebedor
que sube a las colinas a contemplar las nubes.
De mi materia oscura jamás harás pantanos,
soy un mileurista de los astros y el odio.
Llego tarde a tu vida y a la mía también.



Ángel Petisme

A modo de poetica

Elige las palabras,

carga

y dispáralas.

Pero no al corazón,
ni a la cabeza,

apunta
a su mentira,
con tu verdad.

Javier Das, Un año hablando solo (Inédito)
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