Tuesday, December 14, 2010

Conozco mi suerte. Un día se apoyará en mi nombre el recuerdo de algo tremendo, el recuerdo de una crisis como no la hubo en la Tierra, de la más profunda colisión de conciencia, de una decisión conjurada contra todo lo que hasta entonces se había creído, exigido, santificado. Yo no soy un hombre, yo soy dinamita.


Me siento como si en el contacto con todos los hombres estuviera condenado al silencio o a la hipocresía.

FRIEDRICH NIETZSCHE

Joy Division, Love will tear us apart


“What I wanted was to die among strangers, untroubled, beneath a cloudless sky. And yet my desire differed from the sentiments of that ancient Greek who wanted to die under the brilliant sun. What I wanted was some natural, spontaneous suicide. I wanted a death like that of a fox, not yet well versed in cunning, that walks carelessly along a mountain path and is shot by a hunter because of its own stupidity…”

by thischarmingman1981
Los más sabios de todos los tiempos
Sonríen y bajan la cabeza, y están de acuerdo en decir:
¡Locura, obstinarse en curar a los locos!
Hijos de la sabiduría, tened siempre a los tontos
por tontos, tal como debe ser.
JOHANN WOLFGANG VON GOETHE

Wednesday, December 8, 2010

Monday, December 6, 2010

El encuentro con el libro, como con el hombre o la mujer, que va a cambiar nuestra vida, a menudo en un instante de reconocimiento del que no tenemos conciencia, puede ser puro azar. El texto que nos convertirá a una fe, nos adherirá a una ideología, dará a nuestra existencia una finalidad y un criterio, podría esperarnos en la sección de libros de ocasión, de libros deteriorados o de saldos. Puede hallarse, polvoriento y olvidado, en una sección justo al lado del volumen que buscamos. La extraña sonoridad de la palabra impresa en la cubierta gastada puede capturar nuestra mirada: Zaratustra, Diván Oriental y Occidental, Moby Dick, Horcynus Orca . Mientras un texto sobreviva, en algún lugar de esta tierra, aunque sea en un silencio que nada viene a romper, siempre es capaz de resucitar. Walter Benjamin lo enseñaba, Borges hizo su mitología: un libro auténtico nunca es impaciente. Puede aguardar siglos para despertar un eco vivificador. Puede estar en venta a mitad de precio en una estación de ferrocarril, como estaba el primer Celan que descubrí por azar y abrí. Desde aquel momento fortuito, mi vida se vio transformada y he tratado de aprender “una lengua al norte del futuro”.
GEORGE STEINER

by thischarmingman1981

“I look forward to a great future for America - a future in which our country will match its military strength with our moral restraint, its wealth with our wisdom, its power with our purpose.”

JFK

Exilio


Las más dramáticas tinieblas que implica el exilio, cualquier tipo de exilio. Dejar todo, a todos, por grandes expectativas es una fortuna incomparable. Abandonarse es imposible. El proceso inagotable de readaptación en el que me encuentro tiene un sólo factor inflexible que es más profundo que cualquier infinito de novedades urbanas e idiosincráticas que fundan una nueva realidad, que no resulta sino un escenario accidental para el acontecimiento de la oscilación entre una insondable soledad y la felicidad extraordinaria. La oscuridad del abismo interior desde el que escribo, en el que habito sin esperanzas de revolución, desde hace tres meses es el acto de valentía más determinante que cualquier zona de confort prohibe.




by shubidubi
¡La belleza es cosa terrible y espantosa! Es terrible debido a que jamás podremos comprenderla, ya que Dios sólo interrogantes nos plantea. En el seno de la belleza, las dos riberas se juntan y todas las contradicciones coinciden. No soy hombre culto, hermano, pero he pensado mucho en este asunto. ¡Ciertamente los misterios, los misterios son infinitos! Son demasiadas las interrogaciones que aplastan al hombre contra la Tierra. Forjamos las hipótesis que podemos, sin jamás llegar a certeza alguna. No puedo siquiera soportar el pensamiento del hombra de corazón noble y mente pura que comienza con el ideal de la Santa Virgen y termina con el ideal de Sodoma. Es más espantosa todavía que el hombre con el ideal de Sodoma en su alma no renuncie al ideal de la Santa Virgen, y que, en el fondo de su corazón, todavía arda, arda sinceramente, en deseos de alcanzar el bello ideal, lo mismo que en sus días de juvenil inocencia. Sí, el corazón del hombre es vasto, excesivamente vasto quizá. Lo preferiría más angosto. ¡El diablo conoce muy bien el corazón humano! Y así vemos que aquello que el intelecto considera vergonzoso, a menudo le parece de espléndida belleza al corazón. ¿Hay blleza en Sodoma? Creedme, muchos son los hombres que encuentran su belleza en Sodoma. ¿Sabíais este secreto? Lo más horroroso es que la belleza no sólo es aterradora, sino también misteriosa. Dios y el Diablo luchan en ella, y su campo de batalla es el corazón del hombre. Pero el corazón del hombre sólo de su dolor quiere hablar. Escuchad, que os contaré lo que dice….
FIÓDOR DOSTOYEVSKI (EPÍGRAFE DE CONFESIONES DE UNA MÁSCARA)

by thischarmingman1981


Una mujer guatemalteca coloca una ofrenda a la Tierra durante el Foro Alternativo por la Vida y el Desarrollo Social con Justicia, que se desarrolla de manera paralela a la Cumbre Mundial Contra el Cambio Climático de la ONU, en Cancún.

Monday, November 15, 2010

Pobreza


Cuando eres pobre y estás hambriento
y quieres a tu perro,
compartes con él tu comida.
No hay amor como el suyo.
Cuando eres pobre y estás hambriento
y tu perro se pone enfermo,
no puedes permitirte llevarlo
al veterinario.

Así que tienes que verlo cada vez más enfermo,
ver cómo tose sangre y llora toda la noche.
No puedes pagar para mandarlo a dormir suavemente.
Así que tu tío se pasa gratis por casa
y le pega a tu perro dos tiros en la cabeza
y lo entierra en el vertedero del pueblo.


Sherman Alexie, Diez pequeños indios

Luis García Berlanga (1921 - 2010)

The Radio Dept. - Where damage isn’t already done

He was found by the Bureau of Statistics to be

One against whom there was no official complaint,

And all the reports on his conduct agree

That, in the modern sense of an old-fashioned word, he was a saint

For in everything he did he served the Greater Community.

Except for the War till the day he retired

He worked in a factory and never got fired,

But satisfied his employers, Fudge Motors Inc.

Yet he wasn’t a scab or odd in his views,

For his Union reports that he paid his dues,

(Our report on his Union shows it was sound)

And our Social Psychology workers found

That he was Popular with his mates and liked to drink.

The Press are convinced that he bought a Paper every day

And that his reactions to advertisements were normal in every way.

Policies taken out in his name prove that he was fully insured

And his Health-card shows he was once in a hospital but left it cured,

Both Producers Research and High-Grade Living declare

He was fully sensible to the advantages of the Installment Plan

And had everything necessary to the Modern Man,

A phonograph, a radio, a car and a frigidaire.

Our researchers into Public Opinion are content

That he held the proper opinions for the time of year;

When there was peace he was for peace when there was war he went.

He was married and and added five children to the population,

Which our Eugenist says was the right number for a parent of his generation,

And our teachers report that he never interfered with their education.

Was he free? Was he Happy? The question is absurd:

Had anything been wrong, we should certainly have heard.

W. H. Auden

David Bowie, Drive-in Saturday

Uno de los inventos más fecundos y remuneradores que el control social ha lanzado al mercado en los últimos años es el drogadicto. Pasto de sociólogos y psicólogos, de médicos y policías, de jueces, sacerdotes y políticos, esta dócil criatura mitológica “nuestro semejante y hermano, hipócrita lector” es sentimentalmente tan polivalente como un cuchillo de excursionista: infunde pánico, inspira compasión, suscita desprecio, merece castigo o readaptación, es objeto de estudio, simboliza y expresa como un logotipo penalizado los males de este siglo que le conjuró. Un interlocutor más sutil y melodramático definirá al drogadicto como “quien se deja esclavizar por las drogas”. La esclavitud, eso sí que es grave: desdichadamente, no resulta tan fácil precisar quién es esclavo, quién aficionado, quién amigo íntimo o simple aliado táctico.


Dejemos de lado la hipocresía mojigata: numerosísimos líderes políticos, grandes capitanes de industria, artistas, profesores de universidad y por supuesto policías y magistrados, toman habitualmente cocaína o heroína sin por ello hacer cosas más raras o reprobables que el resto de la población. No sé si tomar unas copas o pincharse de cuando en cuando mejora a nadie; admito que la salud pueda resentirse; pero el que cualquiera se convierta por ese medio en una piltrafa babeante de forma obligatoria es obviamente falso. Los hay que van al fútbol a pegarse con el vecino por un quítame allá ese gol y los que disfrutan olímpicamente del espectáculo: a unos la pasión futbolística les sienta mejor y a otros peor. Hace falta mucha química para convertir en piltrafa a quien no tiene vocación, mientras que sin química ninguna puede esclavizarse a multitudes.


Los valores de nuestra civilización los inventaron unos piratas mediterráneos cuyos ritos más sagrados de inmortalidad se iniciaban bebiendo un secreto brebaje alucinatorio; fueron reforzados por la aportación de una secta herética judía que tenía, como ceremonia fundamental, la ingestión de vino y una oblea de poderes mágicos espirituales; se han completado a través de los años con aportaciones de poetas, artistas y pensadores aficionados al vino, a la absenta, al ajenjo, al láudano, al éter, al opio, a la ginebra, etc. No, no es la defensa de la civilización lo que esa prohibición consigue, sino el auge de un negocio tan fabuloso que sus perseguidores y denunciadores oficiales son a fin de cuentas los menos interesados en que acabe jamás, lo que indefectiblemente ocurriría si (y sólo si) se legalizasen las drogas.


Añádase todo esto la invención científico-mítico-penal del drogadicto como chivo expiatorio posmoderno, y tendremos una de las prohibiciones más fecundas en consecuencias útiles al poder desde aquella famosa de la manzana en el primer jardín.

FERNANDO SAVATER

Nico, These Days

En todas las épocas los hombres han intentado librarse de las exigencias conflictivas de su libertad buscando una instancia superior que zanjase por ellos las opciones fundamentales. Hoy, el disolvente universal para la culpa es la ciencia. Por eso la medicina es una institución social tan importante. Durante milenios, los hombres y las mujeres rehuyeron la responsabilidad teologizando la moral. Hoy la rehuyen medicalizandola. El Estado teocrático pretendía salvar a los hombres por decreto, reprimiendo ejemplarmente en ellos todo lo que había quedado establecido como “malo”; el Estado terapéutico pretende curar a los hombres de ser lo que son, por las buenas o por las malas. Ambos modelos, desde luego, pretenden coaccionarnos por nuestro bien.
THOMAS SZASZ

by thischarmingman1981

La Carretera de Cormac McCarthy

Libros que nos hacen reir a carcajadas en el metro, que nos hacen llorar en un café. Que nos aburren, que leemos sin entender, que abandonamos traicionando el acuerdo autor-lector, porque probablemente hemos dejado de creerle. Libros de tramas que olvidamos, de frases que recordaremos siempre, que releemos en la cotidianidad fuera de las letras.
Libros que nos afectan. Personajes que aparecen en sueños, finales que nos dejan perplejos.

La Carretera es una novela que terminé de leer el doce de noviembre del dos mil diez, a la una de la tarde en un café sonorizado por el nuevo álbum de Cee Lo Green. Un par de páginas antes de cerrar el libro los sonidos se extinguieron, los movimientos a mi alrededor no alcanzaban mi percepción. Miré un punto fijo donde refugiarme. Me detuve, se detuvo el mundo. Un momento por favor. Lloro un poco, me contengo. No puedo creerlo. No me puedo mover. Necesito un abrazo. No conozco a nadie. Me ofrecen más café, not yet. Me mira, se pregunta si estoy bien.
Tengo que salir. Necesito música tranquila para volver.

“Cuándo no tengas nada más, inventa ceremonias e infúndeles vida.”

El final da el justo valor a cada párrafo que le precede. Quizás, en el recorrido por la carretera podrían parecer demasiados. Por momentos también nos cansamos, como ellos, como el niño y el hombre que protagonizan una relación de padre e hijo en lo que parece ser el los últimos días sobre la tierra, los sobrevivientes al fin de la civilización.

El libro está logrado en sus mejores momentos por cuotas de terror que estremecen al lector. La cantidad de detalles delegados a la imaginación es la condición de posibilidad de la conmoción ante “el fatigoso contraespectáculo de las cosas dejando de existir”.

Es un libro importante para la narrativa estadounidense contemporánea, cuyas virtudes son las imágenes evocadas a través de la descripción de procesos elementales para la supervivencia cuando no queda nada más que una carretera que seguir. Los sutiles roces con la poesía de la naturaleza desahuciada. La inteligencia de un texto que juega con los sentimientos del lector sin manipularlos. La inagotable desesperanza.

Monday, November 8, 2010

Well, how did I get here?

Ride, Rise, Roar es el primer largo de David Hillman Curtis. El filme documenta la más reciente gira de David Byrne, cofundador de los Talking Heads y cuya última colaboración con Brian Eno, Everything That Happens Will Happen Today, cautiva en algunos escenarios del mundo en los que Byrne se presentó durante el 2008 y 2009.

Incluye las canciones (logradas a partir de tres cámaras ubicadas entre el público en cada concierto, tomas contínuas que mezclan diferentes presentaciones), Once in a Lifetime, Life is Long, I Zimbra, Road to Nowhere, One Fine Day, The Great Curve, My Big Nurse, Burning Down the House, Houses in Motion, Air, Life During Wartime, Heaven, I Feel My Stuff, Everything that Happens Will Happen Today. Entrevistas con Byrne, en su estudio en Nueva York, con los músicos, los bailarines, los coreógrafos, los coristas y la más encantadora de todas, con Brian Eno y Byrne explicando cómo trabajan juntos, cómo es que las personas nunca se preguntan por el significado de las melodías sólo por el de las letras, cómo funcionana como pareja creativa.

Es interesante cómo aquella habilidad que le leémos en su libro Bicycle Diaries, para hablar de la civilización a partir de su disposición a los ciclistas, por ejemplo, la vemos en el documental en las desiciones que toma para la elección de quienes colaboran para los conciertos, en la inclusión de la danza contemporánea en el acto en vivo, en los mismos movimientos, la vestimenta, los discursos, etc.

Saturday, November 6, 2010


“But what of the man? I know his name was Guy Fawkes, and I know that, in 1605, he attempted to blow up the houses of Parliament. But who was he really? What was he like? We are told to remember the idea, not the man, because a man can fail. He can be caught. He can be killed and forgotten. But four hundred years later an idea can still change the world. I’ve witnessed firsthand the power of ideas. I’ve seen people kill in the name of them; and die defending them. But you cannot kiss an idea, cannot touch it or hold it. Ideas do not bleed, it cannot feel pain, and it does not love. And it is not an idea that I miss, it is a man. A man who made me remember the fifth of November. A man I will never forget.”




El buen crítico no estorba, sino ayuda, y su misión, entre otras cosas, es de índole pedagógica, pues guía a los demás lectores. El crítico es un lector, pero un lector más alerta y más “total”, de sensibilidad más aguda: las cualidades de recepción del lector corriente están como extremadas y exacerbadas en el lector especial que es el crítico. Y éste, además, tiene una íntima necesidad de comunicación: debe participar a otros la impresión recibida. Recrea, en cierta forma, la obra del poeta; es una especie de creador. En el poeta, la creación tiene un carácter absoluto: él no juzga. El crítico sí juzga, pero en esta tarea no se apoya fundamentalmente en bases científicas, sino en una intuición personal iluminada por la inteligencia.


El creador original parte de la emoción suscitada en él por un hecho de la naturaleza, de la humanidad, de su vivencia personal, de su fantasía. El crítico parte, creadoramente, de su impresión de la obra literaria. Si todo lector refleja, como un espejo, la experiencia artística transmitida por el poema, el crí¬tico, lector privilegiado, dotado no sólo de mayor receptividad y de mayor sagacidad literaria, sino también de la capacidad de comunicación, es un espejo mucho más fiel y sensible, de más pronta respuesta. Y, además, un espejo mucho más amplio, mucho más capaz de reflejar en toda su complejidad la esencia de la obra. Las impresiones que en el lector ordinario son difusas e imprecisas, se dan organizadas, coherentes y luminosas en el crítico.


Entre el crítico excepcional y el criticastro hay una gama infinita, análoga a la que hay entre el poeta genial y el poetastro. Lo que hace al gran poeta es su modo de experiencia especialmente valioso, y además una ex¬tremada sinceridad, una acrisolada fidelidad a su visión, y la capacidad creadora de comunicarla; el poeta mediano es tam¬bién sincero consigo mismo, pero su modo de experiencia no se levanta mucho sobre el nivel común de los hombres, o no lo¬gra expresarse perfectamente; y el mal poeta es el no sincero, el que simula, el que se adorna con plumas prestadas, el que pretende hacer pasar el cobre por oro. Así también, el gran crítico es el que capta en su integridad el mensaje poético y expresa robusta y sinceramente su experiencia del poema; el crítico mediano es el que, aunque hable con sinceridad, no llega a penetrar en el mundo del poeta; y el mal crítico es el que tuerce, el que agranda o achica, el que deforma, el que traiciona.

ANTONIO ALATORRE

by thischarmingman1981

“Yes, I know. Made me from dead. I love dead. Hate living.”

Monday, November 1, 2010

Jenn Grant, Where are you now

Continuar

Sin un rumbo previsto,
con el coche a 120 por
la autopista,
y tú, a mi lado,
sonriendo,
hablándome sobre Julio Cortázar,
sobre su locura, la Maga,
y tu vida.

En tu cara de sueño,
en tus ojos,
aún nublados,
observo el ir y venir
de nuestra noche,
ese abrazo y
tu despertar.

-Estás muy callado,
dices, y pienso:
no quiero llegar
a nuestro destino,
no quiero
que se agote
el diesel.

Sólo quiero
que
nunca
acabe

Nuestro viaje.


Antonio Huerta, de su blo
Cuando denuncié (en los ensayos sobre el cine de ciencia ficción y Lukacs) cierto tipo de fácil moralismo, fue en nombre de una seriedad menos complaciente y más alerta. Lo que no entendí entonces es que la seriedad misma ya estaba empezando a perder credibilidad en la cultura en su conjunto, y que el arte transgresor que yo estaba disfrutando tanto solamente reforzaría las transgresiones meramente frívolas y consumistas. Treinta años después, el debilitamiento de los estándares de seriedad es casi completo, con la ascensión de una cultura cuyos valores más persuasivos e inteligibles surgen de la industria del entretenimiento. Ahora la idea misma de seriedad parece curiosa, irreal e incluso -como decisión arbitraria del temperamento- insana para la mayoría de las personas.
Los intelectuales tienen la tarea sisífea de continuar representando y defendiendo un estándar de vida mental y de discurso, en lugar del nihilista que los medios de comunicación promueven. Por nihilismo me refiero no sólo al relativismo y la privatización del interés… sino también al nihilismo más reciente y pernicioso, encarnado en la ideología de la llamada democracia cultural, el odio de la excelencia, el logro ‘elitista’ y exclusivo
SUSAN SONTAG

No hay motivos para vivir, pero tampoco hay motivos para morir, la única manera con que se nos permite demostrar nuestro desdén por la vida, es aceptarla, la vida no merece que nos tomemos el trabajo de abandonarla, el suicidio es muy cómodo, no paro de pensarlo, es demasiado cómodo, yo no me he suicidado, subsiste un pesar, no quisiera partir antes de haberme comprometido, quisiera, al partir, llevarme Notre-Dame, el amor o la República.
JACQUES RIGAUT, AGENCIA GENERAL DEL SUICIDIO.

by thischarmingman1981

Monday, October 18, 2010

Pixies, Winterlong by Neil Young.

La historia del hombre podría reducirse a la de las relaciones entre las palabras y el pensamiento. Todo periodo de crisis se inicia o coincide con una crítica del lenguaje. De pronto se pierde fe en la eficacia del vocablo: “Tuve a la belleza en mis rodillas, y era amarga”, dice el poeta. ¿La belleza o la palabra? Ambas: la belleza es inasible sin las palabras. Cosas y palabras se desangran por la misma herida. Todas las sociedades han atravesado por estas crisis de sus fundamentos que son, asimismo y sobre todo, crisis del sentido de ciertas palabras. Se olvida con frecuencia que, como todas las otras creaciones humanas, los Imperios y los Estados están hechos de palabras: son hechos verbales. En el libro XIII de los Anales, Tzu-Lu pregunta a Confucio: “Si el Duque de Wei te llamase para administrar su país, ¿cuál sería tu primera medida? El Maestro dijo: La reforma del lenguaje.” No sabemos en dónde empieza el mal, si en las palabras o en las cosas, pero cuando las palabras se corrompen y los significados se vuelven inciertos, el sentido de nuestros actos y de nuestras obras también es inseguro. Las cosas se apoyan en sus nombres y viceversa. Nietzsche inicia su crítica de los valores enfrentándose a las palabras: ¿qué es lo que quieren decir realmente virtud, verdad o justicia? Al desvelar el significado de ciertas palabras sagradas e inmutables -precisamente aquellas sobre las que reposaba el edificio de la metafísica occidental- minó los fundamentos de esa metafísica. Toda crítica filosófica se inicia con un análisis del lenguaje.
OCTAVIO PAZ
Un hombre va a subir al tren en marcha. Pasan los escaloncillos del primer coche y el viajero no tiene bastante resolución para arrojarse y saltar. Su capa revuela movida por el viento. Afirma el sombrero en la cabeza. Va a pasar otro coche. De nuevo falta la osadía. Triunfan el instinto de conservación, el temor, la prudencia, el coro venerable de las virtudes antiheroicas. El tren pasa y el inepto se queda. El tren está pasando siempre delante de nosotros. El anhelar agita nuestras almas, y ¡hay de aquel a quien retiene el miedo de la muerte! Pero si nos alienta un impulso divino y la pequeña razón naufraga, sobreviene en nuestra existencia un instante decisivo. Y de él saldremos a la muerte o a una nueva vida, ¡pésele al destino, nuestro ceñudo príncipe!
JULIO TORRI, PARA AUMENTAR LA CIFRA DE ACCIDENTES

by thischarmingman1981

Belle & Sebastian, Dog on wheels

Nació con las piernas muy cortas y la cabeza enorme, de modo que los vecinos de Natuba pensaron que sería mejor para él y para sus padres que el Buen Jesús se lo llevara pronto ya que, de sobrevivir, sería tullido y tarado. Sólo lo primero resultó cierto. Porque, aunque el hijo menor del amansador de potros Celestino Pardinas nunca pudo andar a la manera de los otros hombres, tuvo una inteligencia penetrante, una mente ávida de saberlo todo y capaz, cuando un conocimiento había entrado a esa cabezota que hacía reír a las gentes, de conservarlo para siempre. Todo fue en él rareza: que naciera deforme en una familia tan normal como la de los Pardinas, que pese a ser un adefesio enclenque no muriera ni padeciera enfermedades, que en vez de andar en dos pies como los humanos lo hiciera a cuatro patas y que su cabeza creciera de tal manera que parecía milagro que su cuerpecillo menudo pudiera sostenerla. Pero lo que dio pie para que los vecinos de Natuba comenzaran a murmurar que no había sido engendrado por el amansador de potros sino por el Diablo, fue que aprendiera a leer y a escribir sin que nadie se lo enseñara.

No se llamaba León, sino Felicio, pero el sobrenombre, como ocurría a menudo en la región, una vez que prendió desplazó al nombre. Le pusieron León tal vez por burla, seguramente por la inmensa cabeza que, más tarde, como para dar razón a los bromistas, se cubriría en efecto de unas tupidas crenchas que le tapaban las orejas y zangoloteaban con sus movimientos. O, tal vez, por su manera de andar, animal sin duda alguna, apoyándose a la vez en los pies y en las manos (que protegía con unas suelas de cuero como pezuñas o cascos) aunque su figura, al andar, con sus piernas cortitas y sus brazos largos que se posaban en tierra de manera intermitente, era más la de un simio que la de un predador. La docena de hermanos y hermanas Pardinas lo evitaban y era sabido que no comía con ellos sino en un cajoncito aparte. Así, no conoció el amor paterno, ni el fraterno (aunque, al parecer, adivinó algo del otro amor) ni la amistad, pues los chicos de su edad le tuvieron al principio miedo y, luego, repugnancia. Lo acribillaban a pedradas, escupitajos e insultos si se atrevía a acercarse a verlos jugar. Él, por lo demás, rara vez lo intentaba. Desde muy pequeño, su intuición o su inteligencia sin fallas le enseñaron que, para él, los demás siempre serían seres reticentes o desagradados, y a menudo verdugos, de modo que debía mantenerse alejado de todos. Así lo hizo, por lo menos hasta el episodio de la acequia, y la gente lo vio siempre a prudente distancia, aun en las ferias y mercados.

El destino del hijo menor de Celestino Pardinas sufrió un vuelco decisivo el día que la hijita del hojalatero Zósimo, Almudia, la única que había sobrevivido entre seis hermanos que nacieron muertos o murieron a los pocos días de nacer, cayó con fiebre y vómitos. Los remedios y conjuros de Don Abelardo fueron ineficaces, como lo habían sido las oraciones de sus padres. El curandero sentenció que la niña tenía «mal de ojo» y que cualquier antídoto sería vano mientras no se identificara a la persona que la había «ojeado». Desesperados por la suerte de esa hija que era el lucero de sus vidas, Zósimo y su mujer Eufrasia recorrieron los ranchos de Natuba, averiguando. Y así llegó a ellos, por tres bocas, la murmuración de que la niña había sido vista en extraño conciliábulo con el León, a la orilla de la acequia que corre hacia la hacienda Mirándola. Interrogada, la enferma confesó, medio delirando, que esa mañana, cuando iba donde su padrino Don Nautilo, al pasar junto a la acequia, el León le preguntó si podía decirle una canción que había compuesto para ella. Y se la había cantado, antes de que Almudia escapara corriendo. Era la única vez que le habló, pero ella había advertido ya, antes, que, como de casualidad, se encontraba muy a menudo con el León en sus recorridos por el pueblo y algo, en su manera de encogerse a su paso, le hizo adivinar que quería hablarle.
Zósimo cogió su escopeta y rodeado de sobrinos, cuñados y compadres, también armados, y seguido de una muchedumbre, fue a la casa de los Pardinas, atrapó al León, le puso el cañón del arma sobre los ojos y le exigió que repitiera la canción a fin de que Don Abelardo pudiera exorcizarla. El León permaneció mudo, con los ojos muy abiertos, azogado. Después de repetir varias veces que si no revelaba el hechizo le haría saltar la inmunda cabezota, el hojalatero rastrilló el arma. Un brillo de pánico enloqueció, un segundo, los grandes ojos inteligentes. «Si me matas, no sabrás el hechizo y Almudia se morirá», murmuró su vocecita, irreconocible por el terror. Había un silencio absoluto. Zósimo transpiraba. Sus parientes mantenían a raya, con sus escopetas, a Celestino Pardinas y a sus hijos. «¿Me dejas ir si te lo digo?», volvió a oírse la vocecita del monstruo. Zósimo asintió. Entonces, atorándose y con gallos de adolescente, el León comenzó a cantar. Cantó —comentarían, recordarían, chismearían los vecinos de Natuba presentes y los que, sin estarlo, jurarían que lo habían estado — una canción de amor, en la que aparecía el nombre de Almudia. Cuando terminó de cantar, el León estaba con los ojos llenos de vergüenza. «Suéltame ahora», rugió. «Te soltaré después que mi hija se cure», repuso el hojalatero, sordamente. «Y si no se cura, te quemaré junto a su tumba. Lo juro por su alma.» Miró a los Pardinas —padre, madre, hermanos inmovilizados por las escopetas — y añadió en un tono que no admitía dudas: «Te quemaré vivo, aunque los míos y los tuyos tengan que entrematarse por siglos».
Almudia murió esa misma noche, después de un vómito en el que arrojó sangre.

Mario Vargas Llosa.

07:06 am, by thischarmingman1981
¡No! ¡La vida no me ha desengañado! Por el contrario, de año en año la encuentro más verdadera, apetecible y misteriosa; la encuentro así desde aquel día en que vino sobre mí el gran liberador, a saber, el pensamiento de que la vida podría ser un experimento del que conoce, y no un deber ni un destino ni un engaño. Y el conocimiento mismo, aunque para otros sea una cosa diferente, por ejemplo, un lecho o el camino hacia un lecho, o una distracción, o una holgazanería, para mí es un camino de peligros y victorias, en el que también los sentimientos heroicos tienen su lugar de danza y recreo. “La vida un medio de conocimiento”, llevando este principio en el corazón es posible vivir no sólo con valentía, sino también con alegría, e igualmente reír con alborozo.
FRIEDRICH NIETZSCHE

by thischarmingman1981

Tuesday, October 5, 2010

Muy pronto seré un árbol.
El dedo medio me hormiguea,
hay brotes en mis yemas.
Me descubro otras hojas
en el dedo anular y el índice, y el brazo
se me bifurca en ramas ágiles.
Bajo la camiseta
tengo un tronco rugoso.
Los dedos de mis pies entran al lodo,
agua tibia me sube al bajo vientre.
Voy a dejar de ir a la escuela.
Voy a dejar el beisbol y la pesca.
Voy a quedarme quieto, hasta de noche.
La lluvia me refresca.
Nadie se fija en mí.
Pasan corriendo al lado.
Aquí me quedaré hasta que me seque.
Murmurando, cimbrado por el viento.

Tanikawa Shuntaro (Versión de Aurelio Asiain)

by thischarmingman1981
¡No! ¡La vida no me ha desengañado! Por el contrario, de año en año la encuentro más verdadera, apetecible y misteriosa; la encuentro así desde aquel día en que vino sobre mí el gran liberador, a saber, el pensamiento de que la vida podría ser un experimento del que conoce, y no un deber ni un destino ni un engaño. Y el conocimiento mismo, aunque para otros sea una cosa diferente, por ejemplo, un lecho o el camino hacia un lecho, o una distracción, o una holgazanería, para mí es un camino de peligros y victorias, en el que también los sentimientos heroicos tienen su lugar de danza y recreo. “La vida un medio de conocimiento”, llevando este principio en el corazón es posible vivir no sólo con valentía, sino también con alegría, e igualmente reír con alborozo.
FRIEDRICH NIETZSCHE

by thischarmingman1981
Machete no escribe SMS. Cada vez que un director (léase Rodriguez, Tarantino o Stallone) me hace retroceder a mis añoradas salas de barrio con programa doble y películas baratas para una audiencia conformista, cuenta con mis simpatías, aunque el filme sea malejo (The Expendables). Robert Rodriguez cumple de sobra las expectativas (como ya lograra en Planet Terror) al hacer de Machete una celebración de ese cine cutre y violento de los 70 donde nunca había justificación para los desnudos ni para los desmembramientos. El homenaje/parodia, inspirado en su propio trailer grindhouse, cuenta con los ingredientes necesarios: protagonistas duros y feos, escenas trepidantes donde ruedan cabezas y la sangre salpica las paredes y a la cámara, situaciones cómicas en las que las mujeres se desnudan, una copia con los títulos de crédito llenos de cortes, de rayas y de saltos de eje, algunas escenas metidas con calzador y un humor negrísimo.

La sorpresa de la película es que, esta vez, Rodriguez no se queda en la superficie como en mis admiradas Abierto hasta el amanecer o El mexicano, sino que va más allá: en el fondo,Machete es una celebración del mexican power, una crítica política a las leyes de inmigración de los Estados Unidos, a los cazadores de espaldas mojadas de la frontera y a esos candidatos que ofrecen en los anuncios un mensaje fascista. No falta en ello el beneficio que otros sacan: el movimiento de la droga a ambos lados de la frontera.

En esta fiesta mexican power, los héroes son latinos: Danny Trejo en su papel de ex agente; Cheech Marin, un cura que coge más rápido las escopetas que el crucifijo; Jessica Alba, una agente que confía más en la justicia que en las leyes; y Michelle Rodriguez, vendedora de tacos y también heroína secreta con metralleta, que provoca taquicardias en el público masculino cuando sale vestida de cuero y enseñando la cintura. Y los malos son norteamericanos: Robert De Niro, como candidato con tendencia al rifle; Don Johnson, uno de esos cazadores nocturnos de hombres en la frontera; Steven Seagal, capo de la droga que habla en spanglish; Jeff Fahey, enlace entre políticos y camellos, y enamorado de su hija (Lindsay Lohan); sin olvidar a Tom Savini en su cameo descacharrante. Me ha gustado que los secundarios hayan sido capaces de reírse de sí mismos. Hasta Seagal ha sido capaz de parodiarse.

Robert Rodriguez le ha metido un gol a Estados Unidos en su propio terreno. Si aún gobernara George W. Bush, probablemente la condenaría.

Adenda: Leer la crítica de Jordi Costa en El País: aquí. De la que saco una muestra: Machete, en efecto, esgrime con total conocimiento de causa la misma poesía abisal que una portada de prensa sensacionalista mexicana o que las viñetas de los procaces tebeos charros de la editorial Ejea, perlas negras de títulos tan sugerentes como Tierra brava, ¡Así soy...! ¿y qué?o Sensacional de luchas. Machete no es una impostura: es un trabajo tan puro y tan sincero, tan movido por el amor incondicional hacia las zonas umbrías de la cultura popular como la última novela de Hernán Migoya, Quítame tus sucias manos de encima. Por eso, está condenada a soliviantar a quien no formule en similares términos su pasión por lo Z.
As to my old opinions, I am heartily sick of them. I have reason, for they have deceived me sadly. I was taught to think, and I was willing to believe, that genius was not a bawd, that virtue was not a mask, that liberty was not a name, that love had its seat in the human heart. Now I would care little if these words were struck out of the dictionary, or if I had never heard them. They are become to my ears a mockery and a dream. Instead of patriots and friends of freedom, I see nothing but the tyrant and the slave… Seeing all this as I do, and unravelling the web of human life into its various threads of meanness, spite, cowardice, want of feeling, and want of understanding, of indifference towards others, and ignorance of ourselves, - seeing custom prevail over all excellence, itself giving way to infamy - mistaken as I have been in my public and private hopes, calculating others from myself, and calculating wrong; always disappointed where I placed most reliance; the dupe of friendship, and the fool of love; - have I not reason to hate and to despise myself? Indeed I do; and chiefly for not having hated and despised the world enough.
WILLIAM HAZLITT (TEXTO COMPLETO)

01:39 pm, by thischarmingman1981
Mantén la calma,

aunque el barco se hunda,
aunque la ayuda no llegue.

Mantén la calma
y la mente fría.

A veces
uno sólo se tiene a sí mismo
y a la fuerza que pueda sacar.

Es un camino largo,
duro,

que se hace más ameno
si mientras caminas
recuerdas silbar
alguna buena canción.


Javier Das (Inédito)

Michael Caine. Inception. Spoiler

"[The spinning top] drops at the end, that's when I come back on," he said. "If I'm there it's real, because I'm never in the dream. I'm the guy who invented the dream."

Back in August, "Inception" costume designer Jeffrey Kurland also said that the totem fell because "the children's clothing is different in the final scene."

There's also the wedding ring theory. Cobb (Leonardo DiCaprio) is seen wearing the ring when he's dreaming, but not in reality. At the end of the movie, he is ring-less.

So there you have it, Cobb was back in reality.

Fuente: WorstPreviews.

The Organ, Brother

More Than Meets The Eye

Y el autobús se eleva a una forma humanoide para alcanzar el centro de la Castellana en dos grandes zancadas, majestuoso y verde en una postura de escorzada guardia que sólo perturban los pastosos hilachos de sangre que manan, igual que una triste menstruación, de las juntas y bisagras de su bajo vientre recordando a aquellos quince pasajeros tan poquito afortunados.

Saturday, September 25, 2010

“The Bob Dylan documentary Don’t Look Back was such a touchstone for both Richard and Walter that Patty eventually rented it and watched it with Walter, one night when the kids were little, so that she could see the famous scene in which Dylan outshone and humiliated the singer Donovan at a party for cool people in London, purely for the pleasure of being an asshole. Though Walter felt sorry for Donovan—and, what’s more, felt bad about himself for not wanting to be more like Dylan and less like Donovan—Patty found the scene thrilling. The breathtaking nakedness of Dylan’s competitiveness! Her feeling was: Let’s face it, victory is very sweet.”

Jonathan Franzen, Freedom.

Beach Fossils, Golden Age

Los escritores hacen sus creaciones a partir de sus propios dolores espantosos y de su propia sangre y de sus tripas y de sus revueltos pensamientos. Cuanto más en contacto están con lo que tienen dentro, mejores escritores son. Si te gusta un escritor, lee sus libros, los libros no son puro sufrimiento; si quieres publicar/ayudar al escritor, hazlo como si fuese un negocio cualquiera, no pretendas meterte en la vida personal del escritor creyendo que si te gustan sus libros también te gustará el escritor. La vida personal del escritor es horrible y solitaria. Los escritores son raros de modo que lo mejor es que te alejes de ellos. Yo vivo en el dolor, pero un día, dijo Hawthorne, seré feliz aunque ya no esté vivo.

The National, Runaway

Antes que nada, no hay que confundir estar muerto con no estar, condición ésta que ocupa el extenso período de tiempo anterior al nacimiento. En apariencia, este período es simétrico con el otro igualmente extenso que sigue a la muerte, pero en realidad, antes del nacimiento somos parte de las infinitas posibilidades que podrán o no realizarse, mientras que después de muertos no podemos realizarnos ni en el pasado, al que pertenecemos por completo pero sobre el que ya no influimos, ni en el futuro que, aunque hayamos influido en él, nos está vedado.
ITALO CALVINO

by thischarmingman1981

Nuestro calendario está poblado de fiestas. Ciertos días, lo mismo en los lugarejos más apartados que en las grandes ciudades, el país entero reza, grita, come, se emborracha y mata en honor de la Virgen de Guadalupe o del General Zaragoza. Cada año, el 15 de septiembre a las once de la noche, en todas las plazas de México celebramos la Fiesta del Grito; y una multitud enardecida efectivamente grita por espacio de una hora, quizá para callar mejor el resto del año. Durante los días que preceden y suceden al 12 de diciembre, el tiempo suspende su carrera, hace un alto y en lugar de empujarnos hacia un mañana siempre inalcanzable y mentiroso, nos ofrece un presente redondo y perfecto, de danza y juerga, de comunión y comilona con lo más antiguo y secreto de México. El tiempo deja de ser sucesión y vuelve a ser lo que fue, y es, originariamente: un presente en donde pasado y futuro al fin se reconcilian.

Octavio Paz

by thischarmingman1981
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